19 Febrero: Cuaresma (I)

Vieja Cuaresmera

● La Cuaresma forma parte del ciclo lunar de Pascua, que los cristianos enlazaron al hecho central de la Resurrección de Cristo. El concilio de Nicea (325) fijó una cuarentena de ayuno previa a la Pascua, que primero se instituyó en las iglesias de Oriente y hacia el 384 se oficializó en Roma. Se imita el retiro de Jesús en el Desierto para realizar una cuarentena de ayuno y oración. Como al final del periodo Jesús fue tentado tres veces por el diablo, en el Calendario de Córdoba se señala que por estas fechas «Cristo fue tentado (17 febrero) y Adán pecó (18 febrero)».

– Como ritual religioso la soledad de Jesús estaba basada en los modelos judíos de los retiros de Moisés en el monte Sinaí y de Elías en el camino hacia el monte Horeb, aunque obedece a la costumbre universal de la reclusión iniciática en busca de la iluminación, seguida de las pruebas que avalan el resurgimiento de una nueva identidad espiritual. También se tuvo en cuenta los 40 días que duró el Diluvio Universal. En este periodo entre invierno y primavera en muchos lugares se practicaba ayuno y abstinencia, incluso purgas digestivas con vomitivos y fármacos diarreicos, como preludio purificador para inaugurar la campaña de los nuevos alimentos, las primicias de la harina, el vino y otros alimentos.

● En las Iglesias de Occidente hubo varias maneras de practicar la Cuarentena, aunque al final se llegó a una solución de compromiso. Los cuarenta días de ayuno previos a la Pascua constituyen la Cuaresma (en latín quadragesima), que se inicia el Miércoles de Ceniza, que suele coincidir con el último novilunio de invierno y dura hasta el atardecer del Jueves Santo, en la primera luna llena de primavera. Son 6 semanas, 42 días, pero como los domingos no se cumplía el ayuno, quedaban 36 efectivos, así que se añadieron 4 días, retrocediendo hasta el miércoles de ceniza, para completar la cuarentena de ayuno, por tanto son 46 días calendáricos, lo que corresponde a una lunación y media. En resumen: «La cuaresma comprende siete semanas: una coja, cinco sanas y una santa y coja», en conjunto son seis, pues las dos cojas hacen una. Una adivinanza ayudaba a aprenderse todo el ciclo: «Febrero en su conjunción (luna nueva); primer martes, carne es ida; a cuarenta y seis, Florida (Pascua de Resurrección); otros cuarenta, Ascensión; otros diez, Pentecostés; otros diez, Corpus Christi; en esto sólo consiste: las movibles ¿cuántas son?».

– En las Iglesias ortodoxas de Oriente empezaron contando ocho semanas antes de la Pascua, porque los domingos y los sábados no se ayunaba, excepto el Sábado de Gloria, que era preceptivo, así eran: 55 – 15 = 40; más tarde redujeron la cuenta a 6 semanas, incluidos sábados y domingos: comienza el «Lunes puro» de la primera semana y acaba el viernes de la sexta semana, o sea (6 x 7) – 2 = 40.

● La Cuaresma se figura en un monigote con forma de Vieja con siete piernas. El Miércoles de Ceniza la muñeca, llamada la Vieja Cuaresmera, se cuelga en la cocina o en el techo de la despensa vigilando la comida prohibida por esas fechas. Cada semana que pasa se le corta una pierna. En su figura tradicional aparece amarillenta y flaca, con nariz puntiaguda, abultada chepa y portando un cesto de espinacas y pescado, símbolos de la abstinencia cuaresmal.

– En Grecia sobrevive la tradición de la Señora Cuaresma (Kyra Sarakosti) en algunas familias: se trata de una figura de mujer elaborada en papel o con masa de pan, con siete pies que son cortados cada sábado de Cuaresma. La anciana tiene una cruz sobre su cabeza, emblema de su fe; los brazos cruzados, señal de que está rezando; no posee boca, porque está ayunando y para evitar charlas ociosas; tampoco tiene orejas, ya que no quiere escuchar chismes; y mantiene los ojos cerrados, para centrarse en su esfuerzo ascético.

● Estas semanas se conocen por el domingo respectivo en que se practica la devoción de las siete Subidas al Calvario, actualmente en sábado (excepto la última, mantenida en domingo): 0) Subida de Carnaval (pre-cuaresmal) / 1) Tentaciones de Jesús en el desierto / 2) Transfiguración del Señor / 3) El Diablo Mudo / 4) Pan y Peces / 5) Domingo de Pasión / 6) Domingo de Ramos.

– Los miembros de las cofradías subían a rezar al Calvario del Via Crucis, o a la iglesia donde estuviera el Cristo penitente de más devoción. En Andalucía son famosas las Subidas de Romanos (al Calvario) de Puente Genil (Córdoba), fomentadas por los franciscanos en el siglo XIX.

– Las fiestas de algunos santos importantes que caían en Cuaresma, para solemnizarlas mejor, han sido trasladadas a otras épocas más alegres del año, en el calendario son los «Exiliados de la Cuaresma».

– La Cuarentena está asociada a un tiempo de purificación y expiación durante un periodo de 40 días de aislamiento preventivo: cuarentena de las ciudades plagadas por enfermedades infecciosas; cuarentena del puerperio, después del parto, recordada en la cuarentena de la Candelaria; en las costumbres funerarias romanas los parientes de los difuntos quedaban contaminados durante cuarenta días. Parece que la cuarentena viene a ser un periodo de espera para cambiar de estado, así Cristo ayunó en el desierto durante cuarenta días antes de iniciar su predicación pública y el mismo periodo de tiempo esperó para ascender al Cielo tras su muerte y resurrección.

– Aunque como ciclo simbólico está más ligado a la aritmología o magia numérica, la coincidencia con el periodo astronómico de unos 40 días en que Las Pléyades permanecían invisibles en época clásica, también contribuyó a su éxito, al igual que el redondeo a 40 de los 45-46 días de media-estación.

– El Miércoles de Ceniza (Dies cinerum) próximo al novilunio, es la cabeza del tiempo de ayuno (caput ieiunii) y del periodo de penitencia cuaresmal, del que están excluidos los domingos. Antes, la ceniza se imponía sólo a los penitentes públicos, pero después se extendió como rito que enseña a humillar el orgullo: «Recuerda, hombre, que polvo eres y en polvo te convertirás». La mejor ceniza es de olivo o laurel benditos. El encenizamiento corporal como señal de aflicción y luto es costumbre bastante extendida en diversas culturas, la fuente más inmediata es judía que insistía más en su aspecto penitencial.

– A partir de ahora reinaba el silencio, y ni siquiera las campanas eran tañidas, las matracas y las carracas ocupaban su función. Las pinturas basadas en el memento mori, «recuerdo de la muerte», fueron una de las fuentes que dieron lugar al bodegón y a las naturalezas muertas. Como a partir de hoy se entraba en actitud de penitencia, se suponía que el cristiano debía andar recogido y encorvado, por ello también se llamó «miércoles corvillo».

– La Iglesia desarrolló diversas prácticas para excitar la piedad popular, que nunca fueron muy seguidas. La comida única diaria encontró infinitos motivos de excusa para ser aumentada. Las abstinencias de «carne» no podían ser controladas por las autoridades religiosas. En 1552, San Felipe Neri recuperó la antigua tradición de la peregrinación a las Siete Iglesias de Roma, cuyo itinerario empezaba en San Pedro y pasando por San Pablo Extramuros, San Sebastián en la Vía Apia, San Juan de Letrán, Santa Cruz de Jerusalén, San Lorenzo, acababa en Santa María la Mayor. El primer jueves de Cuaresma un numeroso gentío deambulaba durante todo el día, cantando, rezando y comiendo en un ambiente de fiesta, de «carnaval espiritual», muy opuesto a los dictados de la parca y sobria Cuaresma.

– En el mundo eslavo se incorporaron diversos tabúes precristianos a estos días, durante el Miércoles de Ceniza estaba prohibido hilar, cortar madera o desplumar las aves de corral para evitar el riesgo de provocar diversas desgracias. El primer jueves de Cuaresma era llamado el Jueves Puro, cuyo rito principal era el baño en los ríos o en los lagos antes de la salida del sol. A veces se añadía plata al agua para aumentar su fuerza purificadora. Al día de ceniza también le añadieron diversas costumbres, como barrer a conciencia la casa en la creencias de que quedaría limpia de insectos y bichos molestos para todo el año.