VIRGEN DEL CARMEN
Monte Carmelo
● La advocación del Carmen se refiere al monte Carmelo de Palestina, frente al Mediterráneo, montaña sagrada desde la prehistoria. En su vertiente occidental, las cuevas de Nahal Mearot (Tabun, Jamal, Skhul, el-Wad) sirvieron de abrigo tanto a los neanderthales como a los Homo Sapiens. El neoplatónico Jámblico (siglo III-IV d.C.) escribió que el Carmelo era «el más santo de todos los montes». Actualmente en Haifa, el puerto junto al monte Carmelo, se ubica la sede central de los Baha’i, religión derivada del Islam. También hay dos pueblos drusos próximos. En la cima se encuentra el monasterio madre de la Orden Carmelita.
● En el uso de esta advocación de la Virgen como nombre personal se cruzan dos tradiciones. La primera es la original Carmel (de donde también Carmela), la propia del monte palestino, procede del hebreo karm-el, «viña de Dios», pues en la antigüedad estuvo cubierto de viñedos, el nombre adquirió el sentido de «huerto, jardín», quizá aludiendo a la embriaguez mística, por el vino líquido o el espiritual, al estilo de los sufíes. La segunda es Carmen, por similitud fonética con el latín carmen, «canto, poema», actividad ligada a la diosa Carmenta, cuando poesía y profecía eran hermanas.
San Elías
● El monte Carmelo debe su fama a haber servido de refugio al profeta judío San Elías (860 a.C.) (10 y 20 julio), el personaje del Antiguo Testamento más importante después de Moisés, el cual comenzó su carrera como controlador de la lluvia y dominador del fuego, sustituyendo en el monte Carmelo a los antiguos cultos cananeos de Baal, tras reconstruir el altar de 12 piedras edificado en el tiempo de los Jueces. El profeta se vio envuelto en la guerra de influencias religiosas contra los cultos fenicios importados por el rey Acab y la reina Jezabel.
– Elías llamado también «el Tesbita», porque se refugió en su pueblo natal de Tisbé, junto al Jordán, cuando ocurrió la gran sequía que él había profetizado, y allí fue alimentado por un cuervo. En el monte Horeb se le manifiestó Dios como el susurro de una suave brisa, siguiendo la tradición de los santuarios oraculares que se expresaban a través del viento, pues es bien sabido que el espíritu (= aire) sopla donde quiere. También es muy recordado por haber protagonizado la primera resurrección bíblica sobre el cuerpo de un niño, milagro que luego repetiría su discípulo San Eliseo (835 a.C.) (14 junio), el más milagrero de los profetas bíblicos, también especializado en realizar prodigios relacionados con el agua y otros más sádicos como mandar dos osos para que devoraran a dos niños que se habían reído de su calvicie.
– Elías ascendió al cielo arrebatado en un carro de fuego, lo que creó expectación popular sobre su posible retorno para anunciar la llegada del Mesías. El nombre hebreo Elia es un teóforo formado con dos sustitutos del nombre impronunciable de Dios: El-Iah, «El» y «Yahvé», con el sentido de «mi Dios es Yahvé». Los árabes lo conocen como «El profeta Verde», uno de los antecedentes de El Jadir.
● Con el cristianismo, su especialidad meteorológica le valdría a San Elías para ejercer como santo sustituto de muchos Dioses Tormenta, así en los países eslavos se asimiló al dios supremo Perún, un típico dios tronante y arquero, pues sus flechas son los rayos. Por estas fechas estivales, consideradas en la antigua Rusia la época más sagrada del año, el festival de Perún el Guerrero se relacionaba con sacrificios humanos, más tardíamente sustituidos por animales dedicados a San Elías, como ocurría entre los osetios.
– El sucesor de Perún, San Elías el Atronador, el más poderoso de los cinco santos ígneos, cruza el cielo en su carro de fuego lanzando rayos y truenos a la tierra. Donde cae un rayo brotan las fuentes del rayo: manantiales de agua que no se hielan en invierno. Se le invoca contra las tormentas de verano. La exaltación de los santos protectores contra las tormentas se debe al peligro de destrucción de cosechas, desgracia que tanto preocupa a los pueblos agrícolas. El día de su fiesta (20 julio) se hornean los panes con los granos de la nueva cosecha. En Nóvgorod existieron dos iglesias de San Elías, una del Mojado y otra del Seco, naturalmente los fieles se dirigían a una u otra para pedir lluvia o su cese, según las inclemencias del témpero.
– En Grecia muchas de las iglesias dedicadas al profeta Elías se erigieron sobres antiguos templos de Apolo.
La Orden del Monte Carmelo
– Aunque los carmelitas siempre consideraron al profeta Elías, como a su padre y fundador espiritual, históricamente surgen tras la segunda Cruzada, cuando en 1156 algunos peregrinos devotos, dirigidos por San Bertoldo de Malefaida (1198) (29 marzo) se retiraron a vivir como ermitaños junto a la fuente de Elías en el monte Carmelo. Luego con su sucesor San Brocardo (1150-1221) (02 septiembre), el patriarca de Tierra Santa San Alberto de Jerusalén (1149-1214) (17 septiembre) les dio en 1208 una «Normas de vida» o Regla, germen de la Orden monacal del Monte Carmelo.
– A partir de 1235, con el fracaso de las Cruzadas, emigraron a Europa, donde la Orden contemplativa se transformó en Orden mendicante. Reunido el primer capítulo general en Inglaterra fue elegido superior general San Simón Stock (1165-1265) (16 mayo), cuyo apelativo Stock, «Tronco» se debe a que se pasó veinte años de ermitaño recluido en el hueco del tronco de un roble, o se le atribuyó este hecho para explicar el apellido.
– Un carmelita muy famoso en su época por su fama de milagrero fue San Alberto de Sicilia (1240-1307) (07 agosto), en cuyo aniversario los conventos de la Orden bendicen el «agua de San Alberto», muy reputada contra las fiebres.
– Aunque oficialmente era una Orden mendicante, siempre mantuvieron la nostalgia eremítica con la creación de «desiertos«, pequeños conventos en lugares aislados para practicar la oración mental. De hecho algunos de sus generales acabaron retirándose a practicar la vida exclusiva de contemplación, e incluso se pasaron a los cartujos. Siempre tuvieron problemas entre las ramas mitigadas o relajadas y las de estricta observancia. A la enésima disputa entre ambas tendencias carmelitas corresponde la reforma descalza del Carmelo que iniciaron los grandes místicos castellanos Santa Teresa de Jesús (15 octubre) y San Juan de la Cruz (14 diciembre).
Escapulario del Carmen
– El hecho que se recuerda hoy le sucedió a San Simón Stock en Cambridge, cuando estando dormido se le apareció la Virgen el 16 julio 1251, y le entregó el Escapulario del Carmen, prometiéndole que quien muera llevando esta insignia no padecerá el fuego infernal, y si el difunto va al purgatorio sube al cielo, a lo más tardar, el sábado después de su muerte.
– En su origen el escapulario era la túnica o manto que protegía el hábito del monje durante el trabajo manual, y fue asimilado a una mortaja. A partir de la Contrarreforma se redujo a dos pequeñas piezas de tela, unidas por dos cintas, que se llevaba en la espalda y sobre el corazón a modo de coraza espiritual. Es el símbolo de la Orden Carmelita donde se representa la imagen del sacro monte de la vida eterna.
– En la tradición popular los escapularios quedaron asimilados a las tradicionales medallas de collares que siempre tuvieron una finalidad talismánica o protectora, en especial cuando se los colgaban a los niños, más expuestos a los embates de los poderes maléficos o influjos de hechiceros. En otros casos eran papeles con signos, oraciones o dibujos embutidos en un colgante o pegados en la ropa con igual sentido apotropaico o defensa mágica. En España fueron muy famosas las nóminas con la oración del «Justo Juez».
Virgen del Carmen
– La difusión de la fiesta, con procesiones marítimas de la Virgen del Carmen, se debe a las Cruzadas, pues en esa época los numerosos navegantes de las costas palestinas la tomaron como patrona y protectora y extendieron su culto por el Mediterráneo cristiano. El icono más antiguo de la Virgen del Carmen es conocido como La Bruna («Morena») de Nápoles, en la que destaca la estrella marina sobre el hombro. En algunos promontorios sobre el mar se instalaron capillas con Madonnas Negras, como Virgen de Capo Colonna en Crotona. La fiesta original de la patrona del Mar fue el 17 julio, como aparece en el célebre calendario astronómico de 1386 del carmelita Nicolás de Lynn. El culto para toda la Iglesia se instauró en 1726.
– En Granada, la Virgen del Carmen del convento de las Carmelitas Calzadas es llamada «La Gran Madre».
– También se festeja a la Virgen del Mar el 23 agosto, patrona de Almería y Santander.
Stella Maris: La Estrella de los Mares en la Canícula
– El origen más remoto de su patrocinio marinero parece estar en la época clásica, cuando por estas fechas comenzaba la Canícula griega u orto matutino de Sirio, y en Roma se celebraban las Neptunales, en honor del dios del mar, inicio oficial de la Canícula romana.
– El epíteto «Estrella de los Mares» (Stella Maris) era aplicado a la diosa Afrodita y por tanto en relación con el planeta Venus en su fase del amanecer (Stella matutina), pero en cuanto estrella se adjudicó a Sirio, que anunciaba el buen tiempo para los navegantes griegos. Algunos de sus títulos eran: Euploia, «Buena navegación»; Limenia, «Guía a buen puerto»; y sobre todo Anadiomene, «Surgida de la mar». Sus santuarios se extendían jalonando las principales rutas comerciales, los más importantes eran Pafos de Chipre, Erice de Sicilia y Corinto. En los lugares donde confluyó con la fenicia Astarté adoptó las costumbres de prostitución ritual.
– Por estas fechas empiezan las grandes calores, el refrán lo recuerda: «De Virgen a Virgen, el calor aprieta de firme; antes y después, estío no es», es decir: desde Virgen del Carmen hasta la Asunción de la Virgen (15 agosto).