16 Septiembre: Santos magos y exorcistas (II)

San Cornelio

● Hoy (16 septiembre) también se celebra a otro santo contemporáneo de San Cipriano de Cartago, el Papa San Cornelio (252). Ambos colaboraron en la defensa de la readmisión de los apóstatas durante la persecución de Decio, en contra del rigorismo de Novaciano. También estuvieron ligados en su interés por la lucha contra las fuerzas demoníacas, de hecho, por su nombre, a Cornelio se le representa con un cuerno en la mano, apéndice que consiguió romperle al mismísimo Satán en uno de los múltiples exorcismos que practicó. Se le invoca contra la epilepsia y las convulsiones infantiles.

– En el Alto Medievo las reliquias de San Cipriano y San Cornelio, que casi siempre aparecen juntos, se trasladaron a la abadía de Compiègne, desde donde se extendió su culto por Francia y Alemania. Se recurre a ambos como abogados contra maldiciones, embrujos y para evitar los efectos de los «aliños», drogas añadidas a la comida o la bebida para atraer el deseo amoroso, seducir a un pretendiente o dejarlo tonto.

– En muchos lugares se instituyeron cofradías de San Cornelio, integradas por casados, cuyo jefe era el «Abad de Locos», el último casado del año que ejercía el cargo durante el año siguiente. Su distintivo más importante era un cuerno que nunca abandonaba mientras actuaba en todas las bodas y bautizos que celebraran en el pueblo. Su misión era alegrar la fiesta, con bailes, chanzas, bromas, armar jaleo y todo lo que se le ocurriera para divertir a la gente. Así se evitaba la presencia de malas influencias, envidias y demonios pululantes. En la tradición popular se decía en broma que a la «cofradía de San Cornelio» pertenece virtualmente todo varón casado, en cuanto posible poseedor de «cuernos».

– El papa San Cornelio es diferente del centurión romano San Cornelio (12 febrero en la Iglesia latina, 13 septiembre en la griega), bautizado por San Pedro, inaugurando así la evangelización de los gentiles.

● Otros santos legendarios que antes de convertirse se habían dedicado a los secretos de la magia y otras artes ocultas fueron San Luciano y San Marciano (252) (26 octubre), quienes fueron cristianizados por la correspondiente doncella cristiana inmune a sus hechicerías.

● Santa Golincuha de Persia (600) (11 julio), fue una maga, en su sentido original, pues nació en una familia de magos persas, hasta que se convirtió al cristianismo.

● Otro patrón de exorcistas es San Ciriaco de Roma (m. 304) mártir legendario romano, junto con dos de sus convertidos, los eunucos San Largo y San Esmeraldo (o Esmaragdo) (los tres, 08 agosto). Esmeraldo es la versión masculina del nombre de la joya, del griego smáragdos.

San Ciriaco y Artemia

– Nombrados diáconos, al ejercer las actividades caritativas propias de su rango, fueron apresados y condenados a trabajar en la construcción de las termas de Diocleciano. San Ciriaco es uno de los Catorce Santos Auxiliadores con patrocinio en casos de posesión diabólica y para alejar tormentas, pues como es bien sabido, están provocadas por los demonios del aire. Su fama le vino por curar a Artemia, hija de Diocleciano, de una enfermedad demoníaca; y más tarde manifestó su poderío con la princesa Jovia, hija del rey Sapor de Persia. Su icono tradicional lo presenta con el diablo encadenado. Por su leyenda, San Ciriaco es semejante a San Vito.

– Una santa asociada a San Ciriaco es Santa Serena (16 agosto), la esposa de Diocleciano, el gran perseguidor de los cristianos, que por esta curación dio libelo de protección a Ciriaco, pudiendo practicar su fe con libertad. Convertida por Ciriaco al cristianismo, cuya fe practicó en palacio, consiguió salvar la vida a muchos correligionarios. Pero con la llegada del emperador Maximiano, Ciriaco y sus compañeros alcanzaron el martirio por decapitación.

● Otro santo, inventado por San Gregorio Magno, muy reconocido por su virtud exorcista es San Fortunato de Todi (537) (14 octubre).

● En Francia, se mezclan las leyendas de San Florencio de Estrasburgo (675) (07 noviembre) y San Florentino de Bonnet (24 octubre, 15 enero), pues de ambos se dicen que fueron príncipes escotos (irlandeses o escoceses) desplazados a Francia.

– San Florencio llegó a ser obispo de Estrasburgo y es considerado apóstol de Alsacia, destacó por devolver el habla a la princesa Batilde, hija de Dagoberto II, tras sacarle un demonio. Se le atribuyen múltiples cualidades milagrosas, entre otras fue proverbial su dominio sobre los animales.

– San Florentino de Bonnet se instaló como porquero, obteniendo la gracia de curar a los enfermos. Ante su capilla se practicaba un curioso ritual durante un novenario para curar a los locos, que incluía una coronación, ablución en agua de manantial e incubación de sueños en la iglesia. Estos ritos duraron hasta finales del siglo XIX.

● Los «perdones» (pardons) bretones aluden a la indulgencia de las faltas y pecados religiosos, aunque su significado es mucho más amplio que el puramente penitencial. Aunque la procesión es el eje central de la celebración, una vez finalizados los actos religiosos se da paso a los festejos con bailes, convites de comida y sidra, así como competiciones de lucha libre, que antiguamente también tenían un sentido sagrado, así el perdón de San Servais, patrón de las cosechas, culminaba con una demoledora batalla a palos entre representantes de las cuatro diócesis de Bretaña para hacerse con la imagen del santo y asegurarse una buena recolección agrícola.

– El centro de peregrinación suele ser una vieja ermita, la procesión se realiza por la tarde y la temporada se extiende desde primavera a principios de otoño. Todas las procesiones tienen algún motivo o punto focal (bendición de los manzanos, del mar, etc.) y su recorrido suele estar perfectamente delimitado con paradas en sitios precisos, a veces con actividades insólitas como el perdón de las mujeres ladradoras en honor de Virgen de las Zarzas en Josselin.

– El más concurrido y largo es el Gran Perdón de Le Folgoët (08 septiembre), en honor de San Salaün, un huérfano ingenuo que vivía junto a una fuente en medio del bosque. La gente le ayudaba, él sólo sonreía y repetía el Ave María. Cuando murió sucedió el milagro de un lirio, surgido de su sepulcro, en cuyos pétalos estaba escrito en letras doradas el saludo angélico. Se erigió una ermita sobre el sepulcro, más tarde transformada en iglesia.

– Otros perdones importantes son los de: San Yvo de Tréguier, el perdón de los pobres; Virgen de Rumengol, el perdón de los cantantes; San Juan del Dedo, cerca de Morlaix, el perdóndel fuego; San Ronan, el perdón de la montaña; y Santa Ana la Palud, el perdón del mar. El más famoso de todos es el de Santa Ana de Auray en Morbihan.

● En Carnac, la célebre localidad bretona de los alineamientos megalíticos, se celebra el Gran Perdón o procesión mayor en honor de San Cornelio, en el cual el ganado ocupa un papel protagonista. Se cree que el santo papa sustituyó a Cernunnos, el dios astado celta. De hecho las raíces indoeuropeas de ambos nombres, así como el de Carnac, remiten a «cuerno».

San Ronan

● En Locronan se celebran en honor de San Ronan: cada año la pequeña Procesión (domingo siguiente a 15 julio); y cada seis años la Gran Procesión (Grand Troménie), este periodo sexenal recuerda la ordenación de años del calendario de Coligny. La troménie, de tro minihy, significa «alrededor del monasterio», por rodear las posesiones monacales o parroquiales, en sustitución de las antiquísimas circunvalaciones en sentido horario de lugares sagrados o de los límites de los territorios tribales. En Locronan se rodea un rectángulo con el lado largo en sentido este-oeste (E-W), dicho contorno fue marcado por dos toros salvajes uncidos a un arado. En el trayecto de la procesión se encuentran algunas piedras asociadas a ritos de fecundidad y un menhir, ahora desaparecido, que constituía la estación principal de la troménie.

– San Ronan o Renan (siglo V) (01 junio), de origen irlandés, se estableció en una ermita del nemeton o Bosque Sagrado de Nevet que luego adquiriría su nombre de Locronan (Loc Ronan = «Lugar de Ronan»), y se le considera obispo, aunque se ignora su sede. Fue acusado por una mujer de ser hombre-lobo y el jefe local lo sometió a una ordalía para probar la denuncia. Lo enfrentó a dos perros fieros, enemigos mortales de los lobos, pero al santo le costó muy poco apaciguarlos con la señal de la cruz. También es famoso por haber apresado al diablo al engancharlo con su báculo. Cuando murió los bueyes que llevaban la carreta con los restos del santo se detuvieron en Plozévet y allí lo enterraron, pero sus vecinos de Locronan robaron el cadáver y le dedicaron una iglesia prerrománica para poder gozar de los milagros y curaciones realizados por intercesión de San Ronan. Su tumba es aún venerada. Como su procesión cae en plena Canícula y por los perros de su leyenda adquirió fama de protector contra la rabia.

San Teilo

● La procesión de Landelau se realiza en honor del recorrido nocturno que el galés San Teilo o Telio (Saint Théleau, 580) (09 febrero) realizó cabalgando sobre un ciervo para constituir su parroquia, el trayecto que transcurre por viejos caminos se efectúa el domingo de Pentecostés. La misma leyenda se cuenta de otro galés emigrado a Bretaña, San Edern (siglo IX) (26 agosto), que también montó de noche a lomos de un ciervo y con la misma intención de conseguir delimitar un amplio terreno en la comarca de Qimper, donde varias poblaciones lo tienen como santo patrón. Posiblemente estos dos santos son el desdoblamiento de un mismo personaje, pues en la leyenda galesa, Edern, que cabalgaba sobre un ciervo, es hijo del dios Nuz y uno de los primeros amantes de Ginebra, diosa que luego perviviría como la esposa infiel del Rey Arturo. En Gran Bretaña persiste la fiesta de los «hombres-ciervo» en la localidad de Abbot’s Bromley (Staffordshire).