25 Abril: Día de San Marcos y Letanía Mayor (I)

DÍA DE SAN MARCOS Y LETANÍA MAYOR (I)

San Marcos Evangelista

San Marcos Evangelista

● San Marcos Evangelista llevaba, según la costumbre de los judíos helenistas, un nombre mixto judeo-latino: Juan Marcos. Discípulo de San Pedro y colaborador de San Pablo y San Bernabé, se le atribuye el más sobrio de los evangelios, compuesto a petición de los romanos, en el cual se resaltan los milagros de Jesús y los detalles de la Resurrección. Pero aunque ocupe el segundo puesto en el Canon, actualmente se le reconoce ser el primero que se escribió, al parecer sobre el año 65.

● La leyenda añade la marcha de San Marcos a Egipto, y le adjudica la primacía de la sede episcopal de Alejandría, ciudad donde sería martirizado en el año 68, el mismo día de la celebración de la fiesta de Serapis, el dios-toro egipcio, en el mes de Farmuti. Después de prenderlo le ataron una cuerda al cuello y al grito de «Llevemos a este buey al matadero», lo condujeron por las calles como si de una bestia se tratara. Se dijo que San Marcos tuvo una especial influencia sobre las mujeres y las alentaba para que profetizaran.

– En el año 831 sus reliquias, junto con un Evangelio supuestamente escrito de su puño y letra, fueron robadas por los venecianos que las llevaron a su capital, donde fueron acogidas solemnemente, siendo a partir de entonces el foco principal de su culto. Este hecho se recordaba el 31 enero, «Traslado de los restos de San Marcos de Alejandría a Venecia». En la ciudad adriática suplantó a San Teodoro como patrón, con tanto éxito que el estado veneciano era llamado «República de San Marcos». La catedral de San Marcos de Venecia albergaba sus reliquias hasta que por orden de Pablo VI, en 1969 las reliquias se devolvieron a la catedral de San Marcos de Alejandría.

Toro de San Marcos

Toro de San Marcos

– El nombre de Marcos deriva de Marte. Su emblema en el Tetramorfos de los Cuatro Evangelistas corresponde al León del verano, aunque su simbología está más enlazada con el Toro de las tormentas primaverales. De hecho, en la tradición popular española San Marcos era el patrón de los toros y sus fiestas estaban enlazadas con dicho cornúpeta.

– En muchos pueblos ganaderos de Cáceres tenía lugar la muy curiosa costumbre del «Toro de San Marcos», cuyo versión mejor documentada se dio en Las Brozas, en la comarca de Alcántara. La víspera de hoy los mayordomos de la Cofradía iban al monte, donde estaba la vacada, y escogiendo al toro que les parecía más hermoso, le ponían el nombre de Marcos y así llamado, el toro seguía a los hombres, de manera pacífica, hasta la iglesia donde era bendecido y asistía mansamente a las Vísperas solemnes. Los toros eran dirigidos con varas benditas, con lo cual adquirían para los ganaderos un carácter sagrado.

– Al día siguiente el toro salía en la procesión por las calles del pueblo y a la misa, hasta que acabada la fiesta, recobraba su fiereza y retornaba al monte. Mientras estaba en la iglesia y en la procesión el toro se dejaba manejar y hacer todo tipo de halagos. Los niños y mujeres le ponían guirnaldas de flores y roscas de pan en las astas.

– El tema parece remitir a los tótems de los clanes prehistóricos, que a menudo eran animales con cuernos. Al parecer, este tipo de ritos deriva de las antiguas inmolaciones de animales deificados, aunque aquí predomina el sacrificio de la bravura y la fiereza, en vez de la muerte. Las cofradías mantenían las «vacadas de San Marcos», a partir de ofrendas de becerros dedicados al santo, un recuerdo de los antiguos «ganados de los dioses». Aquí parece estar el secreto de su mansedumbre, pues aunque vivían en el campo, habían sido criados en contacto con humanos, de manera que al cumplir con su función, no existía el milagro que afirmaban los crédulos, ni necesitaban ser emborrachados como decían los racionalistas. En algunas ocasiones los toros se desmandaron y enfurecieron, con grave peligro de la concurrencia.

– Hacia la mitad del siglo XVIII se fueron suprimiendo estas costumbre por la influencia de los eruditos ilustrados, que veían con horror estas muestras que consideraban supersticiosas. Por ejemplo en algunos pueblos de Salamanca en la Víspera de San Gil se introducía a un toro en la Iglesia que llegaba hasta el sacerdote cuando entonaba el Salmo del Magnificat y después lo llevaban al Hospital, dando a «adorar» a los enfermos la maroma con la que llevaban amarrado al toro, y luego seguía por las calles donde hubiera enfermos. Aunque estas celebraciones persistieron en algunos pueblos de Extremadura y Portugal hasta principios del siglo XX.

– Un resto de estas costumbres se conserva en la «Reverencia del Toro» de los encierros taurinos de San Marcos en Ohanes (Almería), pero aquí los animales son forzados por los mozos a arrodillarse ante el santo. En Beas de Segura (Jaén) se conserva la tradición del toro ensogado y engalanado en las fiestas de San Marcos, que originalmente no eran matados, como fueron las primitivas corridas de toros, que eran fiestas donde literalmente se corrían a los toros. En otras ocasiones sí eran sacrificados y su carne repartida entre todos participantes y cocinada para ser comida por todos los asistentes, a modo de comunión colectiva.

Fiesta de San Marcos

Hornazo

● Aunque las ceremonias religiosas eran penitenciales, si el témpero acompañaba, para los campesinos era un día de merienda campestre, en un algún paraje agradable del municipio, donde se comía el hornazo, bollo de pan de aceite que en su origen era una «torta con cuernos», que a menudo adoptaba una forma fálica, acompañado de la «bolla» con aspecto vulvar. El hornazo lleva un huevo cocido incrustado, cerrado con una cruz, y a menudo, para comérselo era costumbre romper la cáscara en la frente de algún participante distraído. Otra especialidad del día de San Marcos era el mazapán o pan dulce de nueces. Todos estos panes benditos, también llamados panes preñados, derivan de los panes sagrados preparados de manera especial como ofrendas a la Diosa Tierra.

– En el campo se anudaban hierbas y ramajes para «atar el rabo al diablo» y no hiciera fechorías con el témpero o malograra las cosechas. En otros casos se usaban los ramos de la Semana Santa previa para asperjar con agua bendita los cultivos y expulsar cualquier mal que pudiera afectar a la cosecha futura, emblemas de estos males eran los sapos, topos y ratones, serpientes y bichos en general, como representantes de los demonios infernales.

● En algunas comarcas, hoy era día de cabañuelas, sobre todo para pronosticar la meteorología del mes de mayo. En la tradición árabe recogida en el Calendario de Córdoba, durante el periodo del 27 abril al 03 mayo, independiente del cómputo de los anwa, era conocido como «lluvia de Nisán», cuando se recogía el agua de lluvia en las terrazas de las casas y se mezclaba con la masa de harina para hacerla fermentar sin levadura. Entre los mozárabes este septenario estaba dedicado a los «Siete Enviados» o Varones Apostólicos presididos por San Torcuato de Guadix, cuya fiesta colectiva era el 15 mayo. En el Magreb también se cree que las ostras suben a la superficie del mar a recibir la lluvia de estos días, y con una de las gotas formarán su perla. Las peticiones de lluvia en casos de sequía son muy frecuentes en los países musulmanes.

– Durante el Medievo, en los menologios se representaba a Abril como «Príncipe de la Primavera», en cuyo honor grupos de jóvenes salían con comparsas florales en homenaje a la estación del amor. Poco después vendrán los días de Maya, doncella de las flores primaverales. En la tradición popular el buen témpero por esta época del año era llamado «Veranillo de las lilas» o «del cuco».

– Este día de San Marcos (25 abril) es el más tardío en que puede caer el Domingo de Resurrección.