ARTURO, LAS OSAS Y EL CARRO
Arturo y las Osas de los cazadores paleolíticos
● Arturo (Arcturus, α-Boo) es la más brillante (0’15) de las estrellas al norte del ecuador celeste. Pertenece a la constelación del Boyero o Bootes, llamada por los griegos Arctofílax o «Guardián de las Osas», pues parece vigilar a las dos Osas que dan nombre a la zona «ártica» (árctica) o ursina del cielo, de arktos, «oso».
– El Boyero suele llevar una lanza, de hecho los árabes llaman a Arturo, Al-Simak al-Ramih, «La pierna del lancero», o Al-Harith al-Sama, «Guardián del Cielo», aunque la lanza acabaría en simple aguijada cuando el cazador de osos se domesticó en pastor de bueyes.
● Primitivamente la figura de la constelación de la Osa Mayor se limitaba al asterismo de las siete más brillantes y la imagen de la Osa se consideraba a la inversa de como posterior y actualmente se dibuja: el cuadrado era el cuerpo, y las figuras más tardías de lanza del carro o mango del cucharón, eran el cuello y la cabeza. Así en Siberia oriental y los aborígenes norteamericanos consideraban a la Osa (u oso): mirando a Arturo. Sin embargo la increíble figura de un oso con rabo largo, apéndice muy corto en este animal, es la habitual en todos los mapas del cielo. En otros mitos celestes, Arturo es un cazador de osos, e incluso un chamán que vuela en trance a la región central del cielo para consultar a la Gran Osa, Suprema Señora de los Animales, y de la Vida Salvaje, en general. En algunas tribus de Illinois la Estrella del Norte era el Oso.
– Entre los sami o lapones, Arturo es el cazador Favdna, pero en este caso apunta con su arco y flecha (Osa Mayor) para intentar derribar a Sarva o Alce (Casiopea, Perseo y parte de Auriga). Esto quizá procede de una antigua etapa venatoria, antes de la domesticación de alces y renos.
– Entre los tuareg del Sahel la constelación Camella está compuesta por Osa Mayor (cuerpo) y Arturo (cabeza), manteniendo la posición primitiva. La evolución de la Camella es un referente importante de su calendario (<03 agosto).
● Los griegos la conocían como Hélice, una ninfa de origen cretense, identificada a veces con la osa Calista. Si miramos al Polo Norte celeste, Hélice se refiere a la rotación sinistrógira diaria en torno al gran Eje del Mundo. De hecho la imagen de la esvástica es una representación de la Osa Mayor (o de la Osa menor) vista en cuatro posiciones diferentes durante el curso de su revolución en torno a la Estrella Polar, aunque más tarde la cruz giratoria se adscribiera a la simbología solar. En épocas más antiguas era la cabeza de la constelación Dragón la que giraba, pues al estar cerca del polo eclíptico, siempre aparece alrededor del Polo ecuatorial, cualquiera que sea la situación de este último en el ciclo de precesión de equinoccios.
– Calista, la «Bellísima», en griego Callisté, fue una advocación arcadia de Artemisa, como Diosa Osa, representada en el cielo como la constelación Osa Mayor. De hecho se cree que el nombre de Artemisa derive de la misma raíz arkt, que también dio Arturo. La Osa Menor, en cuanto constelación ursina apareció más tarde, conforme el Polo se fue acercando a ella, recordemos que hasta épocas recientes la actual estrella α-Ursa minor no ha marcado el Polo norte celeste.
– El mito convirtió a Calista en hija de Licaón, rey lobo de los pelasgos, y en una cazadora de la compañía de Artemisa, que después de ser violada fraudulentamente por Zeus, además sufrió la ira de su jefa, que la culpó de haber roto el voto de castidad y fue transformada en osa. Su hijo Arcas, que daría nombre a Arcadia, «Tierra de Osos», al no conocer la identidad de su madre intentó matarla en una cacería, pero Zeus decidió convertirlo en osezno y elevó a ambos al cielo con la forma de las dos constelaciones de las Osas. Para otros, Arcas es la estrella Arturo. La relación con los cánidos quizá explique otros apelativos de la constelación Osa Menor como Kynosura o Lykosura, «Rabo de perro, o lobo», una ninfa del monte frigio de Ida. En el zodíaco de Dendera egipcio aparece como chacal (dios Set).
– El Polo ha sido considerado como el pico de la cumbre de la montaña cósmica o un punto por encima de ella, los romanos lo llamaron Tramontana, quizá por que lo veían sobre el monte Celio, aunque estas imágenes son mucho más antiguas, pues ya los sumerios hablaban del Monte del Mundo en el extremo norte, donde habitaban los dioses, al igual que el monte Meru, según los concepciones de India. Para los mongoles de Asia era la Estaca de Oro sobre la cual giraba todo el universo, idea muy parecida al clavo que mantenía el cielo mientras daba sus vueltas diarias, según los vikingos.
Carro, Boyero y Bueyes de campesinos y pastores neolíticos
● Homero describe en la Ilíada (18, 483-489) el escudo de Aquiles forjado en la fragua de Hefesto, dios del fuego: «Allí puso la tierra, el cielo, el mar, el sol infatigable y la luna llena; allí las estrellas que el ciclo coronan, las Pléyades, las Híades, el robusto Orión y la Osa, por sobrenombre el Carro, la cual gira siempre en el mismo sitio, mira a Orión y es la única que deja de bañarse en el Océano».
– Desde el Neolítico, con el desarrollo agrícola y ganadero, la visión de la figura del asterismo recordaba más a un Carro (Amaxa en griego, Currus latino), su nombre alternativo en muchos idiomas. En la misma órbita imaginaria se encuentran: el Aventador de los judíos, una pala en cesta usada para aventar el grano descascarillado; el Arado, o una trilla, tirados lógicamente por bueyes. Arturo es una estrella muy brillante y por su posición celeste al señalar hacia la estrella Espiga de la constelación Virgen, establece una relación entre el zodíaco con la zona ártica circumpolar. Todo el grupo de referencia se adaptó a las nuevas tareas económicas. Arturo se convirtió en un pastor o conductor de los bueyes del Carro, o sea un Boyero, nombre de la constelación a la que pertenece, pues Bootes significa eso mismo en griego. El Carro está compuesto por septem triones, «siete bueyes», que dan el nombre de «septentrión» a la misma región ártica circumpolar. A veces en la lanza del carro se reconocen tres caballos. En los países germánicos fue muy utilizado la expresión «Carro de Carlos» para referirse a la constelación, en referencia al vehículo de los pueblos ganaderos emigrantes, que pronto pasaría a ser un carro de prestigio guerrero o regio entre los hombres mortales, o un medio de transporte para los viajes celestes de dioses y espíritus.
– En un menhir de un crómlech neolítico de Pasada de Abad (Rosal de la Frontera, Huelva) aparece una representación de la Osa Mayor, cada estrella representada por una cazoleta. El círculo de piedras también servía para marcar los hitos del año solar.
● En Mesopotamia la constelación Boyero era llamada Shupa, dedicada al dios Enlil, «que determina la aptitud de la montaña Ekur». Enlil dominaba la zona norte del Cielo, hacia el II milenio a.C. la declinación de Arturo sobrepasaba ampliamente al norte del Trópico de Cáncer. Enlil residía en su santuario principal Ekur («Casa de la Montaña») en Nippur, el más sagrado de Sumeria, aunque luego iría siendo sustituido por los dioses hegemónicos de las nuevas dinastías (Marduk, Ashur). Ambas Osas se ha convertido ya plenamente en Carros, el Mayor es Margidda, el Menor se especifica que es celeste, Margidanna, y la actual estrella Polar se llamaba Iblaemash, «Heredero del Templo».
– En Egipto la estrella Arturo se asoció a la benéfica diosa Epet, «Señora de los Talismanes», guardiana de Mesjetiu (Osa Mayor), la «Pata de Toro», que corresponde a la pierna de Seth, colocada allí por su sobrino Horus, cuando descuartizó a su tío, quedando destacadas como estrellas inmortales o circumpolares. La diosa Isis, representada como hipopótamo, custodia la pierna de su maléfico hermano, mediante cadenas de oro amarradas a dos norayes. Se han establecido varias hipótesis sobre la relación entre ambas constelaciones ursinas para determinar la orientación de las tres grandes pirámides en la primera mitad del III milenio a.C.
– Los hindúes reconocen la morada de los «Siete Sabios» de la tradición primordial y luego los budistas llevaron este nombre por Asia Central, transformado en los «Siete Budas».
– Los árabes veían en el cuadrado un féretro, seguido por las plañideras, las estrellas de la lanza del carro, aunque mantenían los viejos nombres: «Osa grande» (al-Dub al-Akbar) y «Osa Pequeña» (al-Dub al-Asghar), que aún conservamos en Dubhe (α-UMa).
● Dos fechas agrícolas importantes de la estrella Arturo se marcaban en la Antigüedad clásica, aunque en realidad corresponden al entorno del año 1000 a.C., por lo que se sospecha que provienen de los fenicios: orto matutino, hacia 16 septiembre, próximo a Automdia, durante la vendimia; y orto vespertino, hacia fines de febrero o primeros marzo, cuando aparecían las golondrinas en plena época de podar las viñas, o según Hesíodo, 60 días tras Hiberdia.
El Cucharón
– El viaje de las almas hacia el cielo, ya sean de difuntos o de vivos en éxtasis, tomando por lo general la ruta de la Vía Láctea, puede ser un viaje extenuante y a modo de ayuda la Diosa suministra un alimento mágico, sirviéndose de un cucharón, con el que recoge leche para reponer fuerzas, obtener sabiduría y conocimiento, despejar los secretos del universo y de la vida-muerte, todo ello si consiguen llegar al Centro cósmico.
– El cucharón es la constelación Osa Mayor y esta figura aparece entre los chinos, al igual que los nativos de Norte América ven un «Gran Cucharón» (Big Dipper, en inglés). En relatos míticos de Europa norte, Siberia y otra zonas de Asia, aparece el cucharón cerca del árbol, en cuanto eje del mundo, aludiendo a la ruta hacia el Polo del cielo, sustentada por la espiral de la Vía de Leche.
Calendario estelar de Arturo (Stellarium, Observabilidad). Latitud 37º N.
Días solsticiales | Ortos y ocasos de Arturo | |||||
Año | Estivadia | Hiberdia | Ocaso vespertino | Orto matutino | Ocaso matutino | Orto vespertino |
2018 | 21 junio | 21 diciembre | 12 noviembre | 22 octubre | 30 mayo | 05 abril |
0/1 | 24 junio | 23 diciembre | 30 octubre | 25 septiembre | 20 mayo | 10 marzo |
-1000 | 03 julio | 30 diciembre | 31 octubre | 16 septiembre | 22 mayo | 01 marzo |
-2000 | 11 julio | 06 enero | 03 noviembre | 05 septiembre | 27 mayo | 18 febrero |
-3000 | 18 julio | 13 enero | 12 noviembre | 21 agosto | 06 junio | 01 febrero |
– En la Odisea es la estrella que guía a Ulises, quizá porque, como contaría después Arato, se usaba su ocaso vespertino para prever el comienzo del invierno climático, estación de la mar brava.
● Las leyendas medievales del rey Arturo y sus caballeros de la Mesa Redonda, asociadas a la Busca del Santo Grial, están muy relacionadas con los mitos de la Estrella Polar y el Centro del Cielo. El rey Arturo pudo llevar el nombre romano de Artorius, o uno celta Artús, «piedra, roca», pues parece que era un britano celta de cultura romana, líder de la resistencia contra los invasores sajones, pero sea cual fuere su etimología, el término siempre se benefició de su homonimia estelar y su relación con el oso. Incluso algunos derivan su nombre del galés Arth Uthyr, «Oso Admirable».
– Existen dos santos con este nombre: San Arturo (1282) (01 septiembre), monje trinitario irlandés, mártir en Iraq; y San Arturo de Glastonbury (1539) (15 noviembre), abad mártir durante la disidencia religiosa de Enrique VIII. En los países de influjo celta de Gran Bretaña y la Bretaña francesa el mismísimo rey Arturo fue santificado popularmente, San Arturo Rey (06 octubre).