ORIENTACIÓN DE LOS TEMPLOS CRISTIANOS Y JUEGOS DE LUCES
Orientación de los templos cristianos
● La oración en dirección al orto del sol aparece casi desde los inicios del cristianismo. Es notorio que la mayoría de iglesias construidas después del Concilio de Nicea (325) están orientadas con su ábside hacia la Puerta del Sol oriental o zona intersolsticial de levante. Es posible que la orientación general se cotejara con otras observaciones vespertinas hacia el sol poniente, aunque la dirección de la línea pudiera estar ligeramente desviada debido a las distintas alturas de los horizontes locales. La construcción de iglesias siempre se empezaba por el ábside.
– Sin embargo se ha refutado la creencia de que los templos se replanteaban hacia la salida del sol el día de la fiesta del santo titular o festividad religiosa de la iglesia, salvo algunas excepciones, pues en algunos casos concretos se han encontrado orientaciones a fechas cercanas a alguna fiesta local. A partir del gótico (siglo XIII) empieza a decaer el interés por el simbolismo espacial y muchas iglesias se construyen sin tener en cuenta orientación alguna, proceso acentuado desde el Renacimiento. La orientación de la cabecera de los templos a levante todavía sigue vigente en la Iglesia Ortodoxa.
– Es curioso que algunas de las primeras basílicas construidas por Constantino, como San Pedro del Vaticano y San Juan de Letrán y algunas otras posteriores como Santa María la Mayor se construyeron orientadas a Poniente, parece ser debido a que durante la liturgia el sacerdote miraba a los fieles asistentes, por tanto a oriente. Luego se cambiaría el altar quedando a levante y el sacerdote daba la espalda a los feligreses, siguiendo la tradición de la orientación de los templos de los dioses romanos en la época imperial, con las puertas situadas hacia occidente para así mirar a oriente durante la oración y los sacrificios. En la basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén, también orientada a occidente, prevalecieron otras consideraciones simbólicas locales.
● En España, tanto en las iglesias visigodas y en las posteriores asturianas hay una clara tendencia a las orientaciones ligeramente al norte del punto equinoccial, con un azimut promedio de 80º, correspondientes a: comienzos de primavera, quizá referida a la móvil semana de Pascua; y a fines de verano.
– Las iglesias mozárabes rondan en un promedio de 70º en su azimutes, en mitad de primavera o mediados de verano, en algunos casos se sospecha que pudieran haberse alineado con el 15 agosto, Asunción de Santa María.
– El predominio de la orientación de 80º se da también en las iglesias anglosajonas anteriores al siglo XI y en muchas de las primeras iglesias románicas de Europa central. Por el contrario en iglesias bizantinas de Grecia predomina un ligero desvío al sur del Este (finales de invierno o principios de otoño).
– Las iglesias románicas más tardías también tienden a acercarse al punto equinoccial, azimut de 90º, aunque con desviaciones, casi siempre dentro de la Puerta del Sol oriental. En algunas iglesias con tres ventanas en el ábside o tres ábsides con una ventana cada uno, parece aludirse al equinoccio, en la central, y a ambos solsticios en las laterales, a veces de manera bastante aproximada, como parece ser el caso de Santa María de Obarra, San Adrián de Sásabe y San Caprasio del pueblo de Santa Cruz de Serós (las tres en Huesca), y en otras sin coincidir con ellos.
– No hay que olvidar que las orientaciones dadas son promedios estadísticos, que existe dispersión de datos y en algunos casos se alejan de la costumbre habitual, por ejemplo por ser construida la iglesia hacia algún hito topográfico del paisaje con valor simbólico, como una montaña, lo cual ocurre en algunas iglesias mozárabes del Serrablo, comarca del Pirineo aragonés; o sencillamente, por un criterio práctico de amoldarse a un terreno atípico, como en las iglesias rupestres, o por estar adosadas a otros edificios en la trama urbana. Siempre hay que tener en cuenta que las orientaciones se establecían sobre los horizontes locales y no sobre los astronómicos.
Juegos de luces
● En los dos días equinocciales del año, a las 5 de la tarde los rayos del sol penetran por una ventana del templo de San Juan de Ortega y van iluminando los diversos capiteles del ábside: Anunciación, Nuestra Señora, Visitación, hasta la figura de San José, un anciano con báculo en forma de Tau.
● Un fenómeno equinoccial parecido puede verse en la iglesia románica de Santa Marta de Tera (Zamora): un foco de luz que parte del óculo de la cabecera, a las 8 de la mañana, ilumina de mandorla de un capitel con una figura humana asexuada desnuda que se cree alude al alma de Santa Marta en su ascenso al cielo tras su martirio.
– En esta iglesia trabajó Pedro Deustamben o Pedro de Dios También (siglo XII), que ejerció como arquitecto y constructor de puentes en el Camino de Santiago, cuyo sepulcro se encuentra en la basílica de San Isidoro de León, lugar donde trabajó en la etapa final de su edificación. Fue considerado santo, pero no llegaron a canonizarlo. A veces es confundido con otro Pedro Peregrino que reparó el Camino en Galicia y reconstruyó el puente de Puertomarín.
● Aunque ya perteneciente al arte gótico, en la Catedral de Palma de Mallorca los rayos del sol atraviesan el rosetón mayor, situado sobre el altar de la cabecera, proyectándose sobre el interior de la pared de la fachada debajo del rosetón menor, formando la figura de 8. Esto ocurre durante la mañana de los días de media-estación de otoño (~11 noviembre) e invierno (~02 febrero), es decir a más/menos 45 días de Hiberdia (día del solsticio de invierno). El templo está orientado según la diagonal del rectángulo solsticial, el ábside hacia el orto del solsticio invernal y la fachada hacia el ocaso del solsticio estival, por tanto durante el propio orto solar de Hiberdia los rayos de sol atraviesan el eje de la nave mayor.
● La orden franciscana, ya en pleno barroco, promovió estos efectos especiales luminosos en los templos. La iglesia barroca de San Francisco en Bujalance (Córdoba) de 1530 está orientada de manera que al atardecer del 14 octubre (correspondiente al 04 octubre juliano, fiesta de San Francisco) los rayos de sol atraviesan el rosetón de la fachada e iluminan la estatua de San Francisco en el altar mayor.
– Esta tradición se trasplantó a América donde numerosas iglesias de las misiones españolas fundadas por los franciscanos entre 1769-1823 presentan variados tipos de estos juegos de luces, en especial durante fechas cercanas a Hiberdia. Aunque estos fenómenos luminosos se han redescubierto en época moderna en California, se han encontrado también en México y Sur América, hasta Perú. Parece que se eligieron solsticios y equinoccio para adaptarse y asimilar las creencia cosmológicas nativas, por ejemplo, el 19 marzo es el día de San José y casi es Vernadia (equinoccio de primavera), y en otros casos para que coincidieran con el 04 octubre (San Francisco).