MES SINÓDICO O LUNACIÓN
● Por sus cambios de aspecto, Luna fue la gran medidora para los períodos de tiempo mayores que un día y menores que un año. Aunque el concepto de mes es de origen lunar, actualmente se aplica a la división duodecimal del año trópico o solar, por tanto sin ninguna relación con la luna. Según el contexto habrá que entender si la palabra mes se aplica a uno u otro caso; cuando interese referirse al mes lunar en sentido estricto hablaremos de lunación. Recordemos que los aproximados 12 ciclos lunares a lo largo de un año es el motivo por el cual la docena se emplea como base de muchas divisiones del tiempo en todas las culturas del mundo.
– Mes procede del latín mensis, a partir de la raíz indoeuropea me, que también da: menos en griego o moon en inglés. La raíz de la palabra «medida» (mensura) está relacionada con la de «mes». Sinódico, proviene del griego sínodo, «convenir, reunir, conjuntar», de sín, «con» y hodos, «camino», se usa para los ciclos en que Luna o un planeta adquiere la misma alineación con Sol, visto desde Tierra.
● Luna con respecto a Tierra es proporcionalmente más grande que cualquier otro satélite del Sistema Solar en relación a su planeta. Luna está muy cerca, a unas 30 veces el diámetro terrestre. Ambos hechos provocan que Tierra y Luna se comporten más bien como un planeta doble. Por eso el fenómeno de paralaje es importante en la observación de ortos y ocasos de Luna: su posición aparente respecto a las estrellas puede variar en torno a 1-2 diámetros lunares, según el lugar de observación.
Mes sinódico
● La lunación o mes sinódico es el ciclo de variación del aspecto de la luna, o período de revolución con respecto al sol, habitualmente se divide en cuatro fases, desde su conjunción o sínodo, alejamiento, oposición, acercamiento y nueva reunión, con una duración media de 29,53059 días (= 29 d, 12 h, 44 m, 3 seg), con oscilaciones entre 29,27 y 29,83 días. La duración media de 12 lunaciones es de 354,367 días, aunque puede variar entre 353 y 355,2 días.
– Para cálculos de tiempo a largo plazo, ya desde la prehistoria se alternaban meses de 29 y 30 días, lo cual se ajusta bastante al ritmo lunar. Más adelante se buscaron otras equivalencias para que la concordancia fuera más completa, p. ej.: cada 33 meses (974,5 días) hay que alargar en 1 día un mes de 29: (16 x 29) + (17 x 30) = 974 días. Si a dos de estos ciclos (66 meses) se le añadía 1 día más, se sincronizaba mucho mejor (1.949 días). La coordinación entre el año solar y las lunaciones la veremos en los calendarios lunisolares.
● En cualquier momento, la mitad de la superficie lunar está iluminada por el sol, pero la fracción alumbrada que podemos observar desde la Tierra es variable debido al cambio de las posiciones relativas de Tierra, Sol y Luna. Este aumento y disminución perpetuos de la luna visible ha llegado a simbolizar la fragilidad, el devenir y la precariedad.
El ciclo lunar se divide en dos mitades: creciente y menguante, marcados por luna nueva (novilunio) y luna llena (plenilunio), cuando se celebran las dos fiestas más significativas del ciclo lunar. Tradicionalmente la mitad creciente se ha relacionado con los procesos de crecimiento, desarrollo y aumento, por ejemplo, plantación y siembra. A la inversa la mitad menguante se consideraba buena para realizar labores de almacenaje y conservación. Un dicho tradicional explica que «Todo lo que crece con la luna, mengua con ella». En plenilunio se exaltan todas las cualidades atribuidas a nuestro satélite. Pero todas estas adscripciones son sólo analogías simbólicas muy arraigadas, aunque sin base científica alguna.
– A comienzos del creciente y a finales del menguante aparecen las Lunas Cornudas, con dos cuernos y una panza central, aspecto que tanto influyó en la caracterización simbólica de las astas de toro. El semicírculo interno que separa la porción brillante de la oscura se llama terminador, en estos casos es cóncavo. La panza iluminada señala o mira siempre al sol, las puntas de los cuernos siempre se alejan del sol, según el dicho: «Panza a poniente, Luna Creciente; panza a levante, Luna Menguante». Como recetas populares: «Ten siempre presente que la luna miente»: Creciente y Decreciente son al revés; o sea se presenta con forma de «D» en creciente y de «C» en menguante o decreciente. Más fácil y significativo: La luna creciente la veremos por la tarde y primeros de noche, la menguante a final de noche y la mañana.
– A su vez las fases previas y siguientes al plenilunio son cuando aparecen las Lunas Gibosas, porque a la panza se acompaña de una joroba o giba, pues en estos casos el terminador es convexo.
– Las lunas cornudas presenta un aspecto diferente según la estación del año según su inclinación: las formas de la hoz de los cuernos lunares en C (matutinos o menguante) o D (vespertinos o crecientes) cambian a ser más horizontales, acercándose a U, es decir la figura de una luna cornuda fina parece más tumbada, en barca, cuando estas fases ocurren en la última lunación de invierno, coincidiendo con el comienzo de Cuaresma; la Media luna creciente, al final del primer cuarto, se ve más tumbada en fechas próximas a Hiberdia. Por contra, una luna cornuda fina más vertical se observa en el último mes de verano y la Media luna en las proximidades de Estivadia. En ambos casos la inclinación del semicírculo lunar depende de la inclinación de la órbita lunar respecto al horizonte, pues en la luna cornuda tumbada la perpendicular a la línea que une las puntas de los cuernos forma un ángulo más abierto y en la forma más vertical forma un ángulo más cerrado.
FASES DE LUNACIÓN
● Las palabras cuarto y medio de luna pueden ser equívocas, pues pueden referirse al ciclo sinódico o a la forma del disco lunar. Aquí los cuartos son las cuatro fases del ciclo, mientras las medias lunas se aplican a la forma semicircular de la luna. Por ejemplo hacia el día 22 se cierra el tercer cuarto del ciclo y presenta una forma de media luna, cuando el terminador es recto.
1/4. PRIMER CUARTO
Luna Nueva: astronómica y aparente
● Hay un período en que la luna permanece oculta, en teoría entre 1,5 y 3,5 días, en la práctica durante unos 4 ó 5 días, y no se observa por la noche, cuando estamos en el período de Luna Oculta u oscura de la tradición popular, antiguamente eran especialmente peligrosas las noches de ausencia de luna, pues entonces está iluminando al otro mundo, y al marcar la transición del mes, señalan un límite entre la vida y la muerte. Por superstición, en muchos lugares durante estos días se abstenían de relaciones sexuales para no concebir un hijo débil.
– En mitad de este período está en conjunción con el sol, que en los almanaques viene marcada como Luna Nueva astronómica, Novilunio o Neomenia. En la Antigüedad este novilunio astronómico sólo fue seguido por los antiguos egipcios. Catón escribe que los romanos también la llamaban «luna silenciosa» (luna silenti).
– Unos 2 días después, de nuevo aparece la luna tras el ocaso del sol sobre el horizonte occidental y tarda poco en ponerse. La luna se presenta muy delgada en forma de lúnula creciente y ésta es la Luna Nueva aparente, la que casi siempre se ha empleado para indicar el comienzo del mes. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las culturas (babilonios, hebreos, musulmanes) empezaban a contar el mes desde este novilunio aparente. Por ello, en sentido tradicional, el plenilunio se da más en el día 14 que en el 15, incluso en Hesíodo es el 13, más exacto desde la apariencia. Teóricamente, el primer creciente lunar puede observarse cuando Luna se ha separado unos 7º arco de Sol, pero en la práctica es muy variable. Su aparición «más joven» o más delgada es más observable cerca de Vernadia. En la Antigüedad la primera visión del estrecho arco de la primera Luna Creciente era saludado con mucha alegría, señalaba la restauración del curso normal de la existencia. En el Próximo Oriente jugaron un gran papel los novilunios más cercanos a ambos equinoccios.
Luna cornuda creciente
● Los siguientes días adopta forma de arco visible al atardecer, sobre el horizonte SW (sur-oeste), alejándose poco a poco hacia el sur, mientras que la parte oscura del disco lunar queda débilmente iluminada por la llamada luz cenicienta o cinérea, más intensa en el 3º y 4º día después del novilunio. Este resplandor gris se debe a un doble reflejo luminoso: la luz refleja de Tierra se refleja a su vez en la superficie lunar (desde el «punto de vista» de Luna, Tierra está en fase casi llena). Por semejanza con los brotes de una planta estos primeros días son llamados de «Luna tierna».
2/4. SEGUNDO CUARTO
Media Luna Creciente
● Hacia el 7º día del ciclo, Luna adquiere el aspecto de semicírculo en D, o Media luna creciente, con la mitad oeste de su superficie iluminada. Aparece por el sur antes del ocaso del sol, y se pone a medianoche. Esta Media luna creciente es un 60 % más brillante que su homóloga menguante, gracias a que la distribución de zonas claras y oscuras de la cara visible de la luna, favorece el predominio de las claras en esta fase. Incluso así el brillo de esta Media Luna no es la mitad de la luna llena, sino solo una décima parte.
Luna gibosa creciente
● En las siguientes noches sigue aumentando la superficie luminosa, como si le saliera una joroba a la luna, apareciendo por el cuadrante SE (sur-este).
Luna llena
● La superficie iluminada es completa, hasta que culmina sobre el 14º o 15º día, Luna llena o plenilunio. Se cumple el segundo cuarto de ciclo, es decir la mitad creciente, cuando aparece el disco lunar completo, sale por el este en el crepúsculo vespertino. Durante toda la noche luce en su completo esplendor, sobre la medianoche cruza el meridiano y se pone por el oeste al amanecer. El plenilunio reproduce aproximadamente el recorrido diurno del sol que tuvo hace medio año o tendrá al cabo de seis meses.
– Como todas las fases, el plenilunio astronómico es un momento puntual, pero la percepción usual considera que la Luna está completa durante toda la noche más próxima a la oposición de Luna a Sol, aunque la estima a simple vista por varias personas para considerarla llena puede diferir hasta en 4 días.
3/4. TERCER CUARTO
Luna gibosa menguante
● La mitad menguante del ciclo viene ser de simetría inversa a la creciente. En los días siguientes al plenilunio el disco comienza a reducirse y retrasa su aparición durante la primera mitad de la noche.
Media Luna menguante
● Hacia el día 22º, se completa el tercer cuarto de ciclo, Media Luna Menguante, por presentar medio disco, un semicírculo en forma de C, la luna aparece a medianoche y al salir el sol se encuentra al sur en culminación meridiana, prolongándose su visión durante la mañana. Sin embargo su luminosidad es notoriamente inferior con respecto a la Media Luna creciente, por coincidir con la mitad menos clara del disco lunar.
4/4. «CUARTO CUARTO»
Luna cornuda menguante
● Los siguientes días, Luna cornuda sale muy tarde, hacia el sur-este, aquí también se puede vislumbrar el resto del disco, gracias a la luz cenicienta, más intensa el tercer y cuarto día antes del novilunio. En estos días podemos verla incluso por la mañana, después de salir el sol.
Luna Vieja
● Hacia el día 27º, se la ve sobre el horizonte oriental, poco antes de salir el sol, con aspecto de un arco fino o lúnula menguante. La Luna Vieja más delgada puede observarse cerca de Automdia.
– Se culmina el ciclo sinódico como luna oscura, permaneciendo invisible dos o tres días hasta el novilunio astronómico y el cambio de ciclo con el comienzo de otra lunación astronómica, seguido de otros 2-3 días de desaparición antes del novilunio aparente; en total el período de ocultación es de 4-5 días.
● Aviso: La descripción dada es para el hemisferio norte, en el hemisferio sur los aspectos de las fases y la colocación al norte o sur del ecuador celeste en ortos y ocasos están invertidos.
BODAS DE SOL Y LUNA
● La luna llena siempre ha sido la fecha preferida para celebrar fiestas nocturnas o en relación con los calendarios lunares. Popularmente pueden ocurrir «Bodas de Sol y Luna», aquí no en el sentido de conjunción en luna nueva astronómica, sino cuando es posible ver simultáneamente a Sol y Luna casi llena en horizontes opuestos: por la tarde, de los crecientes muy avanzados (1 a 3 días antes del plenilunio) que aparecen en el horizonte oriental antes de ponerse el sol por el occidental, en especial los que ocurren próximos a Estivadia; o, por la mañana, después de salir el sol, los primeros menguantes (1 a 3 días siguientes al plenilunio), que rondan el horizonte occidental, con preferencia los cercanos a Hiberdia.
– Esta coincidencia de la tradición popular, también da ocasión al muy raro fenómeno astronómico de selenelion («luna-sol», selene y helio), que es una visible alineación perfecta de oposición (180º), con eclipse lunar, que solo dura entre 2-9 minutos.
● Si tenemos en cuenta los plenilunios, el retraso diario de 52 minutos de la aparición de Luna es un promedio de los valores variables a lo largo del año, desde un máximo en torno a Hiberdia: luna llena de diciembre / enero, 75 minutos; hasta un mínimo alrededor del Automdia: luna llena de septiembre / octubre, 23 minutos. Son medidas para latitud 41º N, a latitudes más altas el retraso es aún más corto. El hecho se explica porque alrededor del equinoccio otoñal, la eclíptica forma un ángulo muy agudo respecto al horizonte. Esto provoca que durante varias noches en torno al plenilunio del inicio de otoño, Sol y Luna se mantienen bastante sincronizados: al atardecer Luna sale cuando se pone Sol, y al amanecer se pone con la salida de Sol. Es uno de los factores que llevó a ser famosa a Luna de Octubre.
TAMAÑO APARENTE DEL DISCO LUNAR
● Luna no mantiene siempre su brillo y dimensión aparente cuando está llena, pues oscila entre dos extremos, aunque en la observación a simple vista prácticamente es inapreciable, pues la diferencia de tamaño es de sólo 4′ arco, lo que viene a ser alrededor de 1/7 del diámetro medio lunar. El fenómeno se debe a que la órbita lunar es una elipse de baja excentricidad, casi circular, y por tanto no mantiene siempre la misma distancia de Tierra, por eso se observan esas ligerísimas diferencias de tamaño según la posición que ocupa Luna en su órbita alrededor de Tierra: durante su apogeo, posición más alejada se observa más pequeña; y durante el perigeo, al estar más cerca se ve algo más grande y brillante. Aunque apenas se distinguen, con fines publicitarios les han puesto los pomposos nombres de miniluna y superluna.
MES SIDÉREO
● El mes sidéreo, período que tarda la Luna en dar una vuelta alrededor de la Tierra, se mide considerando el trayecto lunar directo sobre el fondo estelar, es decir el intervalo de tiempo comprendido entre dos pasos de la Luna por delante de una estrella determinada. El mes sidéreo dura 27,3217 días = 27 d 7 h 43 m 11,5 seg. Tres meses sidéreos son casi 82 días.
– El mes sidéreo originó el «zodíaco lunar» al dividir la banda zodiacal en 27 ó 28 mansiones lunares, es decir los días que tarda el sol en recorrer la banda zodiacal. Este Camino de Luna fue un anticipo del posterior Zodíaco solar, pues era muy fácil seguir el trayecto de Luna a través del cielo.
– Un ciclo, conocido por los astrónomos babilonios, es el de 27 años, con en el cual coinciden ~361 meses sidéreos con 334 lunaciones o meses sinódicos (9.863 días).
● En la observación en días sucesivos del recorrido de la Luna con respecto al fondo estelar, vemos que se desplaza en movimiento astronómico directo, hacia el este, en promedio de unos 13º 11′ arco cada día, equivalente a un retardo de 52 minutos-tiempo; o unos 12º arco con respecto al sol, 48 minutos-tiempo más tarde, lo cual supone algo más de 0,5º / 1 hora. Por tanto, el movimiento aparente diario indirecto de la luna, hacia el oeste, es por término medio, de unos 347º arco (360º – 13º), casi 14,5º arco / 1 hora.
– Estos recorridos varían a lo largo del mes, desde un mínimo en los alrededores del novilunio (9,5º) hasta un máximo en plenilunio (16,5º), con el promedio en las fases de medio disco, esto supone una diferencia de unos 7º (13º +/- 3,5º), por lo que hay un aumento (en creciente) o disminución (en menguante) de 0,5º con respecto al día anterior.
– Aviso: Por cierta semejanza de palabras, no confundir mes sinódico con mes sidéreo.
● Términos irrelevantes: En algunos medios publicitarios se habla de lunas negras o azules, pero no se trata de ningún fenómeno lunar, simplemente se refieren al encaje de las lunaciones en los irregulares meses del calendario, las negras por lo general en febrero, que al ser más corto puede ocurrir que durante él no ocurra ninguna luna llena, o en las azules que ocurran dos en un mes, normalmente en alguno de 31 días. Estas denominaciones carecen de cualquier interés, salvo para los muy supersticiosos.
– A veces se dice luna negra por luna nueva astronómica, aquí prefiero decir oculta u oscura.
– Sí es aparente el término de luna roja durante los eclipses de luna.