DÍAS:
SOLAR APARENTE, SOLAR PROMEDIO Y SIDÉREO
Cotidiano: «de cada día (y noche)»

● El ciclo cotidiano, la fusión de día y noche en una sola unidad, no tenía lugar para el hombre primitivo, que los consideraba dos fenómenos distintos, aunque unidos por sucesión, estaban regidos por dioses distintos, a menudo de caracteres opuestos entre sí, antitéticos y complementarios a la vez. En textos antiguos, por ejemplo en la Biblia, se distinguen ambos, cuando se dice que el Diluvio Universal duró 40 días y 40 noches (nosotros hubiéramos dicho 40 días), pero cuando los Evangelios dicen que Jesús ayunó 40 días, se entiende que se abstuvo de alimentos sólo en la mitad diurna, de noche sí comía. Igual ocurre en textos egipcios, mesopotámicos y griegos, que señalan tantos días y tantas noches de un periodo, aunque nos parezca una redundancia.