29 Enero: Reflejos de espejos y especulaciones

– Beata Vilana de Botti (1332-1361) (hoy, 29 enero) nació en Florencia y desde niña quiso seguir la vida religiosa, pero el influjo de su ilustre familia la obligó a casarse. Después de un tiempo se enfriaron sus arrebatos religiosos y se dedicó a las excelencias de la vida social: lujos, vanidades y fiestas de todo tipo. Sobre todo se sintió fascinada por la nueva moda de los espejos, ante los cuales le gustaba contemplarse.

– Un día al mirar uno de sus espejos apareció una figura demoníaca horrible, con sus mismos adornos y maquillajes, y se sintió tan conmovida, que se desmayó en el acto. Al recuperar la conciencia, repitió la experiencia por tres veces en espejos diferentes, con el mismo resultado, quedando convencida de la fealdad de su alma y su segura condena infernal.

– Así que regresó con denuedo a sus penitencias anteriores, en especial en la práctica de la caridad. Su comportamiento fue considerado excéntrico y motivo de crítica. Al enviudar se hizo terciaria dominica y amplió sus prácticas piadosas. Cuando murió fue enterrada en la iglesia de Santa María Novella.

● La primeros espejos donde los humanos pudieron contemplar sus propias imágenes reflejadas fueron las aguas cristalinas calmas (charcos, lagunas, pozos) y piedras con superficies muy pulidas (cristales, metales). Se han encontrado espejos en todas las culturas del mundo, y como utensilios de tocador femenino fueron muy usados en las civilizaciones egipcia, griega, etrusca y romana. Se elaboraban con metal bruñido, generalmente cobre, plata o bronce, habitualmente con forma de placa redonda u oval, decorada con figuras mitológicas en el reverso y con mango tallado para asirlos cómodamente.

– En el siglo XIII se inventó la fabricación de los llamados espejos azogados, con base en una lámina metálica de mercurio, o con una amalgama de plomo o estaño, sobre la cual se ponía una placa de vidrio o de cristal de roca. La producción de espejos fue promovida por los venecianos en el siglo XVI, consiguiendo que se instalaran como mueble de habitación, con marco elegante y soporte artístico. Los más modernos aparecen en 1835 con una lámina de plata, y actualmente de aluminio. La función del vidrio sobre la lámina metálica es principalmente de protección.

● La contemplación de nuestro propio reflejo siempre ha tenido connotaciones mágicas y fantásticas. El hecho de la inversión lateral de las imágenes llevó a creer que dentro de los espejos existe un mundo al revés. Una persona que esté enfrente de nosotros tiene su manos cruzadas respecto a las nuestras, nuestra mano derecha queda en paralelo con su mano izquierda y viceversa, sin embargo en el espejo cada una de las dos manos quedan en paralelo con las del espejo.

● Si colocamos un espejo frente a otro creamos un portal infinito de reflejos. Esto dio lugar a la creencia de que los espíritus incorpóreos pueden transitar libremente entre los mundos. Esta capacidad de ser puertas al Más Allá provoca que a veces veamos, o mejor imaginamos, en los espejos las figuras de seres que ya no están aquí, sobre a todo a personas queridas recién muertas.

● Por su capacidad para duplicar la realidad, los espejos han servido de acceso para la adivinación o la clarividencia, técnica llamada catoptromancia, cuyo ejemplo más conocido es el espejito mágico de la Reina del cuento de Blancanieves. A nivel popular durante la Noche de San Juan las jóvenes empleaban un espejo o miraban en el agua para ver la cara de la persona con quien se casarían.

– Cuando se escudriñan superficies reflectantes hay una tendencia a que ideas y figuras afloren a la mente, y a semejanza de las evocaciones imaginativas, al principio el espejo aparece cubierto de una neblina borrosa, que luego deja traslucir formas y colores, como ocurre en la percepción pareidólica de cualquier campo perceptivo difuso y vago (nubes, paredes manchadas), donde empezamos a distinguir objetos, símbolos o personas. El espejo, junto con bolas de cristal, copas de agua, perlas, piedras preciosas, etc., han sido instrumentos para estimular la capacidad de autohipnosis, concentración mental y de estimular el poder evocador de imágenes mentales e inducción del trance. Pequeños espejos adornaban la indumentaria de trabajo de los chamanes siberianos para facilitarles el tránsito al Otro Mundo.

● En algunos casos, el espejo se usaba para objetivar un espíritu maligno, quien al contemplar su reflejo y observar su horrible aspecto, quedaba espantado y huía irremisiblemente. Por el contrario, a partir del auge de ciertas leyendas urbanas adaptadas de los viejos relatos sobre las almas en pena y las presencias diabólicas, modernamente se ha extendido la moda de la evocación de difuntos a través de espejos. Se trata de evocar a una muchacha muerta de forma violenta, a quien llaman Verónica o María la Sangrienta, por morir al cortarse las venas con unas tijeras, y que puede aparecer en los espejos si se la invoca varias veces en fechas y horas determinadas: solsticios, plenilunio, medianoche, aniversario, festividad, etc. Es una simple adaptación de la tradición popular de las almas en pena condenadas a «existir» en un mundo paralelo al de los vivos, pues ni suben al cielo, ni bajan al infierno, ni se redimen en el purgatorio. Su única posibilidad para salir de ese limbo maldito es que alguien haga penitencia por ellos.

● No sólo los espíritus fallecidos moran en el espejo, también puede atrapar las almas vivas de quienes se reflejan en él. El alma y la imagen refleja están conectadas. Los vampiros y los que vendieron su espíritu a Satán, como no tienen alma, no se reflejan.

– Sin embargo los muertos fantasmales, que no han llegado a separarse del mundo, pueden aparecer como reflejos o ilusiones, cuyas figuras se muestran invertidas, y casi siempre durante la noche, cuando están activos. También a los demonios y diablos les gusta rondar y colarse en los espejos, en especial a medianoche, a menudo mostrando su culo peludo. Otros posibles figuras que pueden aparecer son emanaciones de brujas y hechiceros con aspecto disfrazado para espiar o seducir a la persona contemplante y tras fascinarla llevarlo a sus mundos oscuros, estos casos suelen ocurrir con mayor frecuencia a muchachas coquetas, atraídas por la vanidad, como le ocurrió a Beata Vilana.

– La capacidad de ser una superficie de encuentro entre vivos y muertos, originó una creencia importante sobre los espejos que se encuentra extendida por todo el mundo: apenas el recién difunto exhalaba su último aliento y mientras estaban expuestos antes de celebrar el funeral, los espejos de la casa se cubrían con velos o paños negros, o les daban la vuelta hacia la pared, para evitar que su alma quede atrapada en ellos, y así pueda iniciar el camino de la muerte, sin quedar atrapado entre dos mundos irreconciliables.

● La rotura de un espejo solía ser motivo de varias supersticiones, la más conocida es que procura mala suerte, por similitud con la pérdida de ideas e imágenes de nuestra mente que dejan de ser visibles y caen en el olvido. En Grecia y Roma antiguas pensaban que lo que se perdía era la capacidad de revelar el futuro, pues usaban los espejos para la adivinación.

– Una antigua superstición creía que romper un espejo trae siete años de infortunio, pues la mente se fragmenta y necesita ese tiempo para recuperarse. Por el contrario, en algunos casos se rompía el espejo adrede para librarse de viejos patrones y creencias y tener la posibilidad de reinventarse a nuevas expectativas.

● A veces ocurre que por motivos diversos en un espejo se forme una pátina que altera la visión de los reflejos o no permite contemplar las figuras. Una de las causas a las que se achacaba esta alteración aparece en el tratado «Sobre los sueños» de Aristóteles donde se recoge la curiosa creencia de que los espejos se empañan cuando se mira en ellos una mujer que menstrúa. También Plinio escribe sobre ello en su Historia Natural, junto a otros «prodigios» funestos ocasionados por las menstruación.

● También aparece con frecuencia en leyendas y cuentos infantiles el espejo mágico, ya que es capaz de proyectar imágenes que ocurrieron en el pasado o que ocurrirán en el futuro, o simplemente ver en el presente lo que está sucediendo a mucha distancia. Lo más importante es que el espejo mágico dice la verdad, pues él tan sólo refleja lo que ve, sin máscaras o aditivos estéticos. La Alicia de Lewis Carroll llega al País de las Maravillas a través del espejo, puerta a una realidad alternativa, llena de prodigios y misterios.

● Los espejos se relacionan con el agua y la Luna, por su condición reflejante y pasiva. Uno de los métodos mágicos de atraer la lluvia en épocas de sequía consistía en poner trozos de espejos en el suelo mirando al cielo. Pero también se inventaron espejos cóncavos, llamados ustorios («quemantes»), que concentran la luz y se usaban para encender fuego o provocar incendios.

Eco y Narciso (William Waterhouse, 1903)

● El espejo es símbolo mental, que según el aspecto considerado o la impresión recibida puede ser suscitar reacciones, tanto positivas como negativas, en las distintas funciones psicológicas: la fantasía, en cuanto productora de imágenes que reflejan nuestros deseos y miedos; la conciencia, por su capacidad de reproducir los reflejos del mundo perceptible, la verdad escueta y desnuda, sin las máscaras de los prejuicios, el interés y sin las distorsiones de las pasiones; la intuición, capaz de ofrecernos nuevas revisiones del pasado o propuestas de futuro, o una interpretación distinta de lo que sucede en el presente; o revivir la memoria ocultada, que favorece la presencia de recuerdos olvidados o escondidos.

– Al fin y al cabo nuestra mente es un espejo que refleja el mundo, y solo a través de estas imágenes se representa lo que podemos conocer de la supuesta realidad que hay más allá de la percepción creada por el cerebro. La mente es un espejito mágico que refleja no tanto la fiel imagen contemplada si no la teñida con los deseos ocultos e impulsos de las emociones. Así Narciso se ve tan bello como cree que es, pues solemos obviar los defectos aparecidos que no concuerdan con nuestras imaginaciones. O por el contrario, las personas obsedidas por alcanzar una apariencia perfecta sólo ven defectos, por mínimos que sean. O nos pasamos el tiempo «especulando», para intentar imaginar posibles probabilidades para alcanzar un aspecto ideal, que a menudo es irreal. Tan solo en los cuentos de hadas se pueden encontrar espejos de sabiduría en la fuente central del jardín del palacio de cristal. En los mitos, como el de Perseo y la Medusa, el espejo es un artilugio para ver indirectamente lo que no puede o no debe verse a simple vista.

– A partir del Renacimiento aparecieron muchos textos revestidos de carácter profético, surgidos en ambientes humanistas y reformistas, para exponer doctrinas prohibidas y heterodoxias religiosas, realizar crípticas críticas políticas, o servir de aviso para grupos y cenáculos esotéricos, todo ello escrito en estilo deliberadamente oscuro y sibilino, para ocultar información o simplemente para impresionar.

● A Paracelso se le atribuyeron varios de estos tratados proféticos, aunque el más conocido de los escritores visionarios fue el francés Miguel de Nostradamus (Michel de Notre-Dame, 1503-1566), de origen judío, médico y astrólogo, discípulo de Escalígero. Su obra más famosa es el «Almanaque», compuesta de diversas centurias o colecciones de cuartetas, en los que supuestamente profetiza los acontecimientos históricos futuros. Adivinaba mirando fijamente una palangana llena de agua, a modo de espejo.

– También el astrónomo, matemático y ocultista inglés John Dee (1527-1608) invocaba a los ángeles mediante una bola de cristal, que le hablaban en el idioma de Enoch con el propósito de entender el lenguaje universal de la creación. También usó un espejo de obsidiana traído de América, que dan un reflejo como sombra, donde se ven los rasgos del objeto en una figura oscura, sin colores, por eso los aztecas lo llamaban Tezcatlipoca o «espejo humeante», señor de la noche.

– Tanto Nostradamus y John Dee son claros ejemplos del uso de las pareidolias, como arranque de ideas que ellos atribuían a supuestos seres espirituales.

● San Malaquías de Armagh (1094-1148) (03 noviembre), abad de Bangor y arzobispo de Armagh, fue uno de los principales organizadores de la Iglesia de Irlanda en una época de decadencia. La reforma se realizó mediante la aplicación de la observancia romana y la implantación del monacato benedictino. Murió en Claraval en brazos de su amigo San Bernardo. En este santo su nombre es una adaptación del gaélico Maelmhaedhoc, que se hizo coincidir con el profeta bíblico Malaquías.

– A San Malaquías le endosaron unas profecías anónimas, compuestas en 1590 y dadas a conocer cinco años después. Son las llamadas «Profecías de los Papas», pues cada una de las 112 sentencias y un epílogo, a modo de lema o divisa, se refiere a un pontífice. Comienza de modo retrospectivo, desde Celestino II (1144). El lema de Juan Pablo II es De labore solis (El trabajo del sol); el de Benedicto XVI, De gloriae olivae (La gloria del olivo); al papa Francisco le corresponde Petrus romanus (Pedro romano) que es el último lema.