VIRGEN DEL UNICORNIO
Pureza de la Virgen
– Bajo el título de Pureza de la Virgen se adjudicó a María la asociación de diversas leyendas basadas en la creencia de la especial fuerza que emana de las muchachas vírgenes. Esta advocación fue promovida por la Orden de los Teatinos que la festejan el 08 mayo, aunque su fecha oficial es hoy (16 octubre). Su culto ha tenido poca resonancia por confundirse con la fiesta de la Purificación de María tras el parto (02 febrero).
La Virgen Pura y el Unicornio
● Las representaciones más antiguas conocidas de unicornio se encuentran en sellos de piedra de la región norte del río Indo, fechados entre 2600-1900 a.C. En Asia occidental el unicornio fabuloso parece proceder de las primeras descripciones del rinoceronte indio por los griegos, como caballo con «un cuerno» (monoceros), al igual que hipopótamo es «caballo de río». Aunque también se atribuían a onagros (asnos salvajes) y antílopes.
– A partir de relatos tomados de segunda mano, a través de los persas, la posible existencia de los unicornios estaba llena de detalles fabulosos. Las primeras noticias escritas conocidas sobre el unicornio (siglo V a.C.) son debidas al historiador griego Ctesias de Cnido, en su obra «Índica» (Historia de la India), donde relata que el cuerno, convertido en vaso, quedaba inmunizado y quienes bebían cualquier líquido vertido en él quedaban curados de sus enfermedades, en especial los epilépticos.
– También en la Biblia en griego se tradujo el re’em como monokeros (de un solo cuerno), que era una bestia robusta y cornuda, quizá un uro o buey salvaje. En la versión latina de la Vulgata aparece como unicornus.
● Más tarde los comerciantes europeos promovieron las virtudes del cuerno de unicornio como panacea médica para obtener pingües beneficios con su venta. Los bestiarios medievales estimaban que los unicornios eran bestias poderosas de los bosques que gozaban de fabulosa rapidez, fuerza y belleza, y eran invencibles e inconquistables por los hombres, salvo una excepción. Al ser sólo machos (no se sabe como se reproducían), sentían una atracción irresistible por los efluvios de las doncellas puras. Para poder cazarlo y obtener su cuerno mágico, se lo atrae usando como cebo a una joven virgen sentada debajo de un árbol. Al husmearla se acerca dócilmente, descansa su cabeza en la joven, y a ser posible la doncella le ofrece uno de sus pechos, quizá porque surgiera milagrosamente leche virginal. Luego el unicornio se duerme plácidamente. Los cazadores sólo tienen que cogerlo para llevarlo cautivo al palacio real. Incluso el tema del unicornio que reposa en el regazo de una doncella entró en lugares religiosos como ocurre en la ménsula del púlpito del refectorio de la catedral de Pamplona (~1430).
● En el «Physiologus», un tratado anónimo cristiano griego de influencia gnóstica escrito entre los siglos II y IV, el mito del unicornio se toma como alegoría para asimilarlo con la relación de Cristo con su madre Virgen María, idea que perduró a lo largo del Medievo y comienzos del Renacimiento cuando la caza del unicornio se asoció con la Anunciación a María de su maternidad divina.
● Los intérpretes religiosos asociaron al Unicornio con Cristo, «Cuerno de Salvación», e incluso fue visto como «presa» de la cacería mística conducida por el arcángel Gabriel, que consigue hacerle huir hasta refugiarse en la matriz de la Virgen María. En otras ocasiones se entendía que el unicornio Cristo se entrega como víctima para salvar a los puros de corazón. Pero estas abstrusas alegorías cinegéticas para representar a Cristo y la Virgen fueron prohibidas por el Concilio de Trento.
– En los iconos de algunas santas aparece un unicornio como emblema de virginidad, la más conocida es Santa Justina. Al pobre San Millán de la Cogolla le endosaron la figura de un guerrero con una espada flamígera cabalgando, no en un caballo cualquiera, sino sobre un unicornio.
● Es evidente la adscripción fálica del cuerno, simbolizando la actitud del unicornio sobre lo femenino, en unos casos como la pasión erótica del amante por su amada, en otros casos era ejemplo de matrimonio fiel, e incluso de amor casto, sexualidad sublimada en castidad. En el simbolismo mental estaría más relacionado con la penetración del pensamiento racional en la mente intuitiva, no clavando, si no más bien dando vueltas, a modo de tornillo.
● Los supuestos cuernos de unicornio rectos helicoidales, o sea girados en espiral, la mayoría corresponden a colmillos de los machos de ballena narval, que viven en las frías aguas del océano Ártico. El comercio desde el Atlántico norte hacia el interior de Europa de estos cuernos era muy lucrativo, pues era muy solicitado por las clases pudientes. Para uso común se solían adulterar con cuernos de ciervo, corzo o gamo.
– El cuerno de unicornio gozaba de fama de tener propiedades curativas, en especial de proteger contra el envenenamiento, la impotencia sexual y favorecer la longevidad. Se usaba moliéndolo hasta hacerlo polvo, obteniendo el llamado alicornio, y se comía mezclado con alimento, o fabricando con el cuerno una vasija cuya virtud se transmitía a los líquidos contenidos, en especial como antídoto contra los venenos, o simplemente para purificar el agua, algo así como convertirla en agua bendita, de hecho se aplicó para el lavado de las manos de los sacerdotes durante la Misa. Pronto se le sumaron otras propiedades mágicas, como actuar de talismán contra contra brujas y diablos, e incluso era capaz de cambiar el sexo a las mujeres, transformándolas en varones, en ciertos días claves del año, por ejemplo en Estivadia (solsticio de verano).
● El unicornio se representó con muchas figuras híbridas, la más habitual era: cuerpo de caballo blanco, patas de ciervo, barba de macho cabrío, cuerno de narval y cola de león. En ocasiones aparece con alitas encima de las pezuñas o con dos grandes alas, pero su capacidad de volar no llegó a prosperar en su leyenda.
– De hábitos solitarios y muy esquivo, se le atribuían ferocidad y fuerza muy poderosas, de ahí que su caza era muy peligrosa. Después quedó como un caballo blanco unicornado enano, y más tarde de tamaño normal con carácter más dulcificado, de manera que de ser un animal poderoso y bravo, quedó como tímido y huidizo. Sus representaciones más conocidas son las dos series de tapices «La Dama del Unicornio» y «La Caza del Unicornio», ambas de finales del siglo XV, elaboradas en los Países Bajos para familias aristocráticas francesas.
– En España también fue llamado oricuerno, entre otros nombres. El rey Enrique IV «el Impotente» de Castilla mandó emisarios a África en busca del cuerno del unicornio, debido a las propiedades afrodisíacas que se le atribuían y lo que encontraron fueron cuernos de rinoceronte.